“Mi hija sale en la tele”, qué orgullosas esas madres que
pregonaban a los 4 vientos hace años cuando sus hij@s salían en la tele, aunque
solo fuese para presentar los informativos de su pueblo. Salir en la tele era
un hecho, cuanto menos, novedoso, era de gente importante.
A mí, desde pequeña, me han gustado más los micros que a un
tonto una gorra de cuadros. De hecho, ya os he contado que en un estado de
enajenación mental me dio por matricularme en periodismo para ser presentadora:
“Mamá, quiero salir en la tele”.
Qué frase esa… a las madres les debe sonar
mejor si les dices que te vas a prostituir o que vas a cruzar el charco y
hacerte narcotraficante, y es que es poner la tele y decir: “vuelven a poner
Waku Waku??”, por la fauna, digo.
“Te acompaño en el sentimiento”, habría que decirle a esas
madres, que cambian el “Mi hija sale en la tele” por “no, no, si yo a esa ni la
conozco! Mi hija vende coca en las Barranqillas”, porque ojo la que lio Orwell
con darle una idea a Telecirco…
Desde que emitieron el primer Gran Hermano en España,
abriendo la veda a la emisión de realities, es rara la persona que no haya
pasado ya por la tele. De hecho, yo creo que se les han acabado las personas y
van tirando de sucedáneos, lo que explicaría el comportamiento de algunos
especímenes que van apareciendo.
Cómo se llenaban la boca diciendo que Gran Hermano era un
"experimento sociológico" (si juntamos a toda la directiva de Telecirco, los
concursantes de Mujeres y Hombres y Viceversa y a los de Granjero Busca Esposa,
entre todos no sacan el significado de esa expresión: “experimento sociológico”).
El caso, que con el paso de los años se van llenando la boca, a secas.
Desde aquí pido, por favor, que si de verdad esto es un
experimento, de lo que sea, que dejen de mezclar cosas raras, que lo próximo
que les sale son zombies (y me juego lo que sea a que les meterían en el
próximo Gran Hermano).
Pero Gran Hermano no está solo, Gran Hermano tiene una
familia numerosa a la que pertenecen programas como Operación Triunfo,
Supervivientes, Granjero Busca Esposa, Confianza Ciega, El Bus, y un larguísimo
etcétera que MTV va alimentando cada vez más.
Como si no tuviese uno problemas en su casa, que también hay
que aguantar a quinceañeras que han sido madres, niñatos caprichosos llorando
como el OpenCor (24 horas), Jonathans y Jenifers que tienen acojonaos a los
padres y son los reyes de la casa, perros asalvajados, paletos que no se dan
cuenta que las tierras que poseen pueden ser uno de los motivos por los que una
rubia despampanante quiere ligar con él, o juicios ficticios. Y es que sí, de
todo esto hay programas, y la gente se lo traga todo (sí, como los de MHYV).
Al principio del texto hablaba de las pobres madres, pero es
que algunas no son tan pobrecitas… algunas son las liantas que, viendo que les
quedan pocos años de vida y las posibilidades de salir en la tele son menores,
aprovechan la excusa de los hijos para tener su momento de gloria (o eso, o
bien, cuando matan a alguien, salir al portal a decir que el asesino “era muy
educado y siempre decía hola”). El caso, madre dominanta, hijo de bajo consumo
(vamos, con pocas luces) y productora de televisión frotándose las manos con el
juego que van a dar. De esta mezcla explosiva salen programas como ¿Quién
quiere casarse con mi hijo? (pues señora, después de esto, NADIE) o Parental
Control, de la MTV.
Y es que hasta los realities que parecen más serios tienen
su miga, y si no, mirad Pekín Express, que parece hasta cultural, hasta que les
da por meter a un tío que se ha cargado a su familia.
Sumado a los realities, están los programas tipo Callejeros
o Fiesta Fiesta, en los que haber estado en una fiesta donde había “merengue”, querer
meter a la "Sole con el mechero", decir "Pim Pam toma Lacasitos" o "liarla parda", te
sirven para convertirse en una “Estrella” (o para estrellarte…). Con la gente
que sale en estos programas, lo de traficar con droga, que decía al principio,
se perfila como negocio redondo.
En fin, que viendo todo este percal, casi que al final se
está mejor en el anonimato… además, dentro de unos años en vez de ir por la
calle y decir “Mira! Un famoso!” la gente te señalará y dirá “Mira! Un desconocido!!”.
Contar todo esto para excusarme de lo de seguir con la
carrera y tal a lo mejor no es muy convincente, pero lo que sí le puedo decir
desde aquí a mis padres es que “Ya no quiero salir en la tele”.
La radio es una excelente opción!!
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo nena... Yo siempre había soñado con ser una estrella del celuloide... ahora veo una cámara de vídeo y salgo corriendo jejeje... ;P
ResponderEliminarMuuaaaaaaaaaaaks