jueves, 14 de junio de 2012

Tipos de pollo o cómo identificar tensiones

Esta vez se me ha ido de las manos y no sé cuánto tiempo llevo sin publicar nada. Ante todo, pedir perdón, y pedir que no haya tensiones en el ambiente, que rápido me montáis un pollo.

Y precisamente de eso voy a hablar hoy, de los pollos y sus tipologías. No esperéis encontrar la receta del Pollo a la Pantoja, eso sí.

¿Buscando un manual de instrucciones para tratar con el personal que te rodea?¿Notas ambiente hostil a tu alrededor y no sabes ni por dónde te viene? No busques más, la Wikipedia no tiene nada que decir ante esto, yo sí.

Puede que tu pareja se haya cabreado contigo, que notes ciertas tensiones por parte de alguien, o, lo que también puede suceder, que estén muy enfadados contigo y ni lo sepas. Si pretendes encontrar respuestas a esto a través de Google tendrás que seguir unos pasos:

1.- Encontrar las primeras páginas en las que pone que te mueres. Esto es así, es como cuando tienes síntomas de cualquier cosa, si buscas en Internet, acabas encontrando un foro en el que aseguran que es malísimo, y que nos coges la delantera a todos, sin esperar al fin del mundo en diciembre.

2.- Pasar a Google Imágenes y encontrar tías en pelotas. Segundo hecho de Internet, pongas lo que pongas, en Google Imágenes siempre hay un pecho esperándote. (Por cierto, NUNCA pongáis "montar pollo" en Google Imágenes... :S)

3.- Dar con mi blog y hacerte seguidor, esto también es así.




Una vez seguidos todos estos pasos, aquí tienes el material que estabas buscando:

a) Pollo silencioso. Ese pollo que está tan bien camuflado, que podríamos llegar a decir que ni existe. Podrás tenerlo delante y no darte ni cuenta.

Es un pollo complicado, porque la otra persona tiene un mosqueo interior curioso, que tú ni siquiera sospechas. Para ti el mundo es de color de rosa, y la otra persona tiene el interior muy quemado.

El enfadado pretende que le pidas perdón por algo, le des alguna explicación, etc. pero presuponiendo que tú tienes que saber lo que le pasa. La gravedad de la causa de este tipo de pollos suele ser muy baja, normalmente estando asociada la causa a factores subjetivos y de dudoso equilibrio mental del que gesta en su interior el pollo silencioso.

Este cabreo camuflado podrá identificarse por puyitas diversas, torcedura de morro, o ironía excesiva.






b) Pollo en negación. Una de las secuelas del pollo silencioso.  Tú, que eres una persona hábil, con intuición, con don de gentes,... te das cuenta de que algo pasa. Bueno, eso y que te acaban de lanzar una puya que te ha dejado noqueado. Entonces se te ocurre preguntar "¿Te pasa algo?". ERROR. Acabas de provocar que el pollo silencioso mute a pollo negativo. "¿¿A mí?? ¡Nada! ¿¿qué me va a pasar?? ¿¿Es que me tiene que pasar algo??".

Llegados a este punto, hagas lo que hagas te lleva a la calavera. Si eres tan ingenuo de creértelo y continuar como si nada, MAL. Si insistes porque no ha colado, MAL. Ante tal tesitura, retirada suave, abandono temporal del cónyuge, dejar que sus leones mentales se peleen solos y, cuando la fiera haya muerto, volver como si nada.

c) Pollo público. Bochornoso. Procedente de individuos sin ningún tipo de control mental, con el conocimiento justo para no mearse encima, y con gran desarrollo del gen "soy verduler@ y carne de TeleCirco".

Puede venir precedido de un pollo silencioso en algunos casos, es decir, estás en tu casa con tu pareja, las dagas de rencor vuelan por la sala sin que te des cuenta, vais a ir a cenar con unos amigos y tú, ingenuamente, prevés una gran noche. Por su parte, el pollo silencioso está trabajando fino. Resguardado en la mente de la otra persona, está tramando cosas que van desde "No me apetece ir con esta gente" o "¡Yo enfadado y ésta aquí tan pancha!" hasta "Mírala, el detallito tan feo que tuvo hace 4 meses y ahí tan a gusto que está!".

Este pollo público puede estar precedido también por uno negativo. Es decir, ante ciertos detallitos te da por preguntar "¿Te pasa algo?", te dicen que no y tú te lo crees, asique prosigues tu cita en grupo con total normalidad.

El pollo público puede venir también de nacimiento, que la gente es así por tara genética y ya está.

El caso, que venga de donde venga, lo peor aún está por venir. Todo eran risas hasta que el pollo público decide hacer su aparición. Entonces, con tus amigotes presenciando todo, tu pareja comienza a cruzar los brazos adoptando la pose de aburrimiento, a fruncir el ceño, a regañarte por lo que haces, a reprocharte cosas en bajito, a subir el volumen, subir el volumen, subir el volumen,... y ahí lo tienes, en todo su esplendor.

Para identificar este tipo de pollo sólo tienes que escuchar el comentario de la jugada por parte del resto de acompañantes que dirán: "¡¡la que le ha liado!!". De estas escenas salen motes como "calzonazos".

d) Pollo roaming. El pollo más internacional, el que va más allá de las fronteras, no entiende de idiomas ni ajustes horarios.

Tú que te vas felizmente de viaje al Caribe con tu novio, que decides que la fría Rusia es buen momento para darse calor humano con tu chica, o que te vas de relax con tu pareja a Bali,... y de repente, una rusa, un caribeño mazado o el detallito raro que tuviste hace 2 semanas, activan el roaming bronquil y ya lo tienes montado.

Ni el motivo del viaje, ni el destino, ni el dinero que te has gastado en los billetes de avión y el hotel son motivo suficiente para calmar los ánimos. No obstante, estos pollos son pasajeros, además de porque viajan, porque su intensidad depende mucho de la seguridad de la ciudad a la que habéis viajado, la dificultad del idioma y la capacidad de reconocer el camino hacia el hotel.

Por instinto de supervivencia, estos pollos no tienen mayor duración que la del viaje en avión, el camino hacia el hotel o el tiempo justo para hacer amigos y dejar abandonada a tu pareja en el contenedor más cercano.

e) Telepollo. Que el nombre no os confunda, hablo de las broncas telefónicas. Y cuando digo telefónicas me refiero a cualquier forma de comunicación a través del teléfono.

Normalmente esto sigue un orden. Comienzas de buen rollo por Whatsapp, unas risas, unas bromas,... y malentendido. Para solucionar el malentendido, tiras de llamada, que hablando de entiende la gente. Entonces, nada más lejos de solucionarlo, la cosa va empeorando, hasta que uno de los dos sujetos, normalmente el avasallado, cuelga.

El sujeto cabreado entra en cólera ante la indiferencia del otro. Entonces se produce un fenómeno que es al amor lo que el tabaco a los pulmones: muerte y destrucción.

Comienza a hervir la sangre del sujeto alterado y a batir récords de llamadas por segundo al otro, que, a su vez, va siendo cada vez más repelido ante tal insistencia.

Ante la ignorancia del pasivo, el sujeto activo comienza a tirar de Whatsapp con mensajes tan variados como inquietantes que abarcan temas tan contradictorios como "Perdóname, te quiero", "No sé por qué me he puesto así" hasta "esta me la pagas!", "cógeme el teléfono o te vas a arrepentir".

Un experimento podría ser dejar el móvil aparcado unos minutos. Dependiendo de cuánto se alargue la espera, puedes encontrar mensajes de todos los extremos del estado de ánimo humano. Pero ojo, cuidado con dejarlo demasiado tiempo, ya que lo último que puedes encontrar es "me planto en tu casa!" seguido de una llamada al timbre.

Nunca subestimes la locura del ser humano ni a las infraestructuras del telepollo para montarte el chiringuito en la puerta de casa.

Telepollo dirigiéndose al hogar de la "víctima"

 Si tienes dificultades para distinguir esta tipología de enfado, podrás medirlo por lo que dura la batería de tu móvil o por el registro de llamadas perdidas. La mejor solución a estas broncas es volver a la vida 1.0 y tirar de charla en persona.

f) Pollo boomerang. Último de los pollos que voy a clasificar, y que denomino así porque lanzas una ofensiva que, al final, te cae a ti.

Pollo Boomerang en Angry Birds

 Te hallas frente al sujeto B, con un motivo más que suficiente para estar cabreado, un motivo de esos que va más allá de las gilipolleces comunes, dispuesto a exponerlo y...de repente... te han montado el pollo a ti.

Sin saber por dónde te ha venido, como si te hubiesen hecho alguna jugada de defensa personal, te ves inmerso en una bronca hacia tu persona por parte del otro que, muy hábilmente, ha sabido cambiar las tornas y fulminar por completo tus motivos para estar enfadado por lo que fuese.


Ante esta situación, poco más que decir además de que eres poco vivo y de mente aletargada.





Hasta aquí la clasificación de hoy. Sólo me gustaría añadir que, tanto si eres el pollo como si eres el cerdo (todo en plan metafórico, como en Angry Birds) contra el que se dirige el pollo, uses el sentido común. Igual que hay campañas de concienciación contra el alcohol, las drogas y los accidentes de tráfico, vamos a erradicar estos actos de bandalismo interno que son muy malitos para las relaciones.

Y, por último, ante todo, decir que no me refiero ni a chicos ni a chicas, que no quiero quejas de ningún colectivo, porque yo no soy feminista ni machista, soy, como diría Nati Abascal, "persona muy humana y os quiero a todos".