martes, 27 de septiembre de 2011

Por aquello de abarcar facetas...

He encontrado la solución a todos mis males... por si aquella carrera que estaba cursando no me da muchos éxitos laborales, he decidido probar suerte en el mundo del espectáculo, trasladando mis historias a los escenarios. Aquí va el primero, corto, pero prometo que habrá más. Y a mi pelo le prometo darle menos sobos la próxima vez...

http://www.youtube.com/user/larrydruckmaster#p/a/u/0/RMJTb3SKPDQ

Y, por si este primer contacto no fue suficiente... volví al escenario para presentar al artista, esta vez muucho más breve, pero con traca final... de la cual nadie se rió (para la próxima unos regidores como en la tele, por favor!)

http://www.youtube.com/user/larrydruckmaster#p/a/u/2/Ea1q3D5_76o

martes, 6 de septiembre de 2011

Soy el que más sabe de periodismo del mundo...

He decidido hacer una comprobación y he observado que si pones en Google “la carrera más larga del mundo”, salen un montón de chorradas sobre maratones y otros deportes… Indignada me hallo, porque ese puesto es para mí.
Rondaba la primavera del 2004 cuando, a pesar de la historia de entradas anteriores con el cassette y tal, había recuperado la cordura y estaba totalmente dispuesta a estudiar ADE. Llegó junio y, muy en mi línea, entre tomar el sol en el balcón y recoger los apuntes de historia en plenas cañas de las ferias de Plasencia (apuntes que me tenía que aprender en un plazo de dos días), me presenté a la Selectividad (cuánto daño hacen los grupos de Facebook, iba a poner Eurovisión…). El caso, que aprobé, como el 99% de la población, y me inmolé (metáfora que he aprendido a no decir en alto cuando voy en el metro con mi libro de árabe). Digo que me inmolé porque, en un momento de pérdida del razonamiento, decidí poner Periodismo como primera opción en los papeles para la solicitud de matrícula, dejando en un miserable tercer puesto a la que, hasta entonces, había sido mi primera opción… Con tan mala suerte que me cogieron…
Por aquel entonces, no entendía muy bien la cara de disgusto que ponía la gente cuando decía que iba a estudiar Periodismo. Les faltaba darme el pésame. A mis padres hasta les decían: “ay pobre…”. Pero bueno, una que es optimista y de ego elevado, pensaba: “envidia…!”. Ayyy, amigaa… cuánnto me quedaba por aprender (y precisamente en clase no me lo iban a enseñar).
Asique hice oídos sordos, llegó septiembre y me planté en Madrid para aumentar la población femenina en casa de mi abuela y el número de matriculados en Periodismo en la Complutense.
A mí me han enseñado a juntarme con gente “bien”, asique el primer día de clase me senté al lado de una rubia con pinta de ser una tía con futuro, a día de hoy, me consta que tiene un buen presente, por tanto no iba yo muy desatinada en el pasado. Un año después, ya íbamos fichando a una parejita de hermanos que se sentaban delante, gente con futuro también, aunque él haya querido arrebatarme el puesto de “soy la que más sabe de periodismo el mundo”. Aunque no fue hasta 4º cuando entraron a formar parte de nuestras conversaciones en la cafetería. Un año más tarde llegaba la tía más alegre del mundo, con su título de profesora, y con toda la pinta de triunfar también en el mundo periodístico.
Eso como breve resumen de la compañía, pero me centraré en el tema enseñanza, un tema complejo en esta carrera… un tema aún por determinar…
Lo primero en cuanto al tema asignaturas, no dejarse embaucar por los nombres tan interesantes que se inventan para adornar temáticas indefinidas, innecesarias y carentes de contenido, que mantienen entretenido durante 9 meses a un señor catedrático. El hecho de que el nombre de la asignatura esté compuesta por 10 palabras viene a ser un engaño tan grande cómo cuando vamos a un restaurante “bueno” y te ponen una “crema de frutos de la huerta confitada con delicias de la tierra acompañada de masa de harina horneada al estilo rústico”… que acaba siendo un puré de verduras con un cacho pan!!
Pues eso, puro marketing, de hecho las obligatorias no tienen tanta dificultad en su nomenclatura (Historia de España. Derecho de la Información, Opinión Pública,…), porque no tienen que venderlas, es un “por cojones”, las cursas sí o sí. Luego estoy yo que las curso sí, sí, sí, sí y hasta 5 veces seguidas.
Caso aparte es el contenido. El hecho de que tengan nombre complejo o simple no es vinculante a su contenido. Es decir, que al final el profesor va a acabar enseñando lo que le salga del power point.
Un descubrimiento interesante en cuanto a asignaturas optativas fue el de Estrategias y Tácticas de Negociación (creo recordar que era así… pero no es fiable, debido a mi tendencia, que mis compañeras pueden corroborar, a inventarme los nombres de las asignaturas), con ese gran Felicísimo, un señor donde los haya, del cual hemos podido hacer un recopilatorio de frases tales como… “estamos en un viernes santo de la imaginación”, “estos guapos blanditos que ahora se llaman metrosexuales”, “las madres españolas y las hijas, que no se sabe dónde acaba la madre y dónde empieza la hija”,… entre otras (recopiladas por la señorita Beatriz Jiménez y una servidora). En fin, un grande de España este señor. Puesto muy reñido con Carlos Lozano (el hermano de la “ilustre” Lidia Lozano), un dandi que, según palabras propias “aquí yace un hombre que jamás se ha puesto chándal” y que pasó un cuatrimestre entero hablando de los Cyborg en una asignatura llamada “Sociología de la moda”.
La verdad es que al principio eliges asignaturas con nombre interesante, en un afán de parecer una persona con inquietudes, y a medida que pasan los años y te vas decepcionando cambias la táctica y pasas a elegir asignaturas cuyo nombre da pena, pero sobre las cuales te has informado anteriormente y se aprueban haciendo un trabajo.
Tema asignaturas zanjado, una mierda.
Tema organización en la facultad… Está feo contar esto cuando todavía me faltan unas poquitas para licenciarme pero… qué gusto da meterte en tu historial y ver que has aprobado asignaturas a las que ni siquiera has ido! A una “amiga” le ha pasado hasta 3 veces. De todos modos creo que esto va a ser la señora del Metanet, que como llevo tanto dinero invertido en la carrera me dan bonus canjeables por asignaturas aprobadas por la gorra. Con esto creo que lo digo todo. Pero ojo, que lo mío también me deben… que igual que me tocan coches, thermomix y asignaturas gratis, tengo la misma probabilidad de sacar la papeleta ganadora para ser vocal en la mesa de las elecciones al rectorado y pasar 24 horas metida en aquel mazacote de hormigón que nos han plantado por facultad (y del cual se oyen rumores sobre que fue premio de arquitectura o algo así…) vagando por los pasillos mientras me vienen imágenes de la película Tesis rodada allí, irme en un taxi que “me pagarían” al día siguiente… En fin, historias por las que siempre que veo al señor secretario me veo obligada a pensar: “me debes 25 euros”.
Otro aspecto importante, las actividades extraescolares… Si verse obligada a instalarse un “Quién es quién” en el móvil para poder jugar en clase porque es más productivo que escuchar a un tío hablando sobre Opinión Pública, se considera actividad extraescolar de ingenio, sí, lo he hecho. Si aburrirse mucho y ponerse a trabajar sentenciando la continuidad de mi carrera se considera inmolación extraescolar, sí… Si convalidar clases con horas de cafetería para hincharse a palmeras de chocolate y “atormentar” en grupo a otros alumnos se considera actividad extraescolar de investigación, sí, lo he hecho. Si viajar al Caribe y volver con una adicción al Primperán se considera actividad extraescolar de expansión cultural, sí, he estado apuntada también. Y un largo etcétera.
En fin, que, resumiendo… un carrerón… Esto deberían avisarlo con 18 años, que todavía está uno en la flor de la vida. Y es que dicen que lo que bien empieza, bien acaba (o como dice ahora El Corte Inglés, “mejor acaba”), pero hay un problema, que yo empecé con un 0,5 en mi primera examen. Asique este año voy a desafiar a los dichos populares y, tras 8 años pagando el cole a los hijos del rector, acabo con este sufrimiento sí o sí. Me he ido de viaje de fin de carrera, tengo una orla de la promoción 2004-2009 en la que aparezco, he celebrado mi graduación y hasta Marta Robles(adjunto documento gráfico) me puso una banda donde decía que era periodista… Asique llamarme conformista pero yo entré con la idea de currar en la tele, luego las revistas de coches, luego hasta me matriculé en Información Deportiva (donde aprendí que existe un tal Pecu…), y a día de hoy sólo pido… terminar!