Hoy traigo una
noticia buena y otra mala…
¡LLEGÓ LA
NAVIDAD!
“¿Esa es la
noticia?” os preguntaréis, “¿ Y dónde está la mala?” O “¿la buena?” Pues
efectivamente, esa es la historia, que cada uno lo ve de una manera (como las
láminas estás de los psicólogos, que en una mancha de pintura uno ve una teta y
el otro ve un bolso… aunque, pensándolo bien, no es tan contrario… los dos
pueden ser de plástico), el caso, que hay taannntas lecturas de una misma
realidad…
Sabes que ha
llegado la Navidad cuando:
- Ves las colas... de
“Doña Manolita” (que cada año cambian de sitio, yo creo que para intentar dar
esquinazo a la gente, esfuerzo realizado en vano, por cierto) alcanzan una
longitud que escapa al concepto de “cola”. Si paseas cerca de la fila de
personas que se forma a la espera de conseguir el boleto millonario, podrás
presenciar varias peleas de señoras que, a falta de otro entretenimiento,
deciden plantarse durante 4 horas en el centro de Madrid.
- Vemos al Rey
de fondo dando el discurso, momento en que las abuelas preguntan si eso será en
directo, momento en el que Juan Carlos hace de fondo de la velada, porque nadie
le escucha, y que este año podrían echar por Tele Circo, porque con los líos
familiares que se gastan en la Casa Real no sería de extrañar que les lleve a
Sálvame. Ese hombre, con esa foto en la mesilla, que (volviendo a las abuelas)
si grabasen a la mía para dar el mensaje de Navidad saldría con una foto no,
20, ahí todos los nietos en la mesa de cristal haciendo la comunión, las bodas,…
todo un espectáculo.
- Los anuncios
de colonias, juguetes y turrones. Los de Antiú Xixona que están sacando partido
al anuncio original año tras año, que total, para que lo renueven como el de “El
Almendro” mejor que se queden así… Y es que han modernizado mucho ese anuncio.
Antes salía ese “vuelve a casa por Navidad” en una estampa idílica, ese hijo
que regresa a las casas en estas fechas, y se mete en su chalecito con chimenea
y ese padre que le recibe con los brazos abiertos. Ahora han puesto otro al que
le veo lagunas: lo primero, muy realista lo de que estén esperando a los
familiares en las estaciones, eso sí, peeero ojo, hay algo que falla, salen muy
contentos. Lo más lógico es que por esas fechas Aena, los de Iberia, los de
Renfe o alguno de estos haya hecho huelga y te esté fastidiando la vuelta a
casa, si me grabasen a mí saliendo de una estación en pleno apogeo otro gallo
cantaría. Otro fallo que le veo a esto es que los que llegan van muy abrigados,
pero si vienen del transporte donde probablemente les lleven a 40 grados, esas
bufandas y esos gorros a qué vienen?
- Plantan el
Cortilandia, esto es signo inequívoco de que ha llegado la Navidad. Cuando
requieres dosis extra de fuerza mental para meterte en el centro a lo que
muchos dicen “ver las luces”, pero si
son las de todos los años que las intercambian entre las calles! Mi consejo es:
mejor quédate buscando tus luces en casa, que parece que no tienes muchas.
- Empiezan a dar
noticias absurdas en la tele. Para rellenar, como ya no saben qué más contar
que no sean desgracias pues le ponen el toque navideño al asunto, con la mala
suerte de que también son desgracias. Hoy salía en la tele que más de 57.000
personas se accidentaron el año pasado cortando el jamón (estos son los que
salen a ver las luces al centro, fijo), o que un Santa Claus drogó la semana
pasada a unas menores en Berlín (primero, no éramos nosotras, y segundo, habría
que asegurarse de que ese no hubiese sido el regalo que habían pedido las
menores, que tal como está el tema…). Conexión con Laponia, donde está Santa
Claus (no sabemos si el de Berlín) con sus perros y sus nieves, que ese señor
solo curra de año en año, y no para repartir juguetes, sino para grabar el
reportaje).
- El balance del
año, que siempre acabamos como este país, en negativo, y, como consecuencia,
los propósitos para el que entra. Una cosa os digo, este año no esforzarse
mucho que se nos acaba el mundo, y es tontería. Y total, si luego no se acaba,
tampoco vamos a perder tanto, si luego nunca cumplimos nada.
- Las cenas de
empresa, ese gran momento en el que la gente se transforma y vive una realidad
paralela, como si no hubiese un mañana, y como si el lunes no fuese a llegar
jamás. Pero llega, entonces es cuando tienes que dar la cara frente a esas
personas que hacía unas noches estabas viendo con matasuegras, gorros y 5 copas
encima.
Pero si hay algo
por lo que sabemos que ha llegado la Navidad es porque se nos acaba el
calendario… esa Hello Kitty que me ha acompañado todo el año, que yo esperaba
encontrar disfrazada de Papá Noel en el mes de diciembre, y está vestida de
caracol en una estampa plenamente primaveral (está hecho en china, fijo, qué
esperaba…?). Hablando de chinos, un saludo especial para el chino que el año
pasado, tras recorrer 20 establecimientos, desmontó el árbol que tenían de
exposición, quitándole cuidadosamente todos los adornos y luces, porque era el
último que le quedaba, y tras media hora de desmontaje aparece el camión con la
reposición.
Asique, como os
digo, a mí ya se me acaba el calendario, ya he tenido las cenas
correspondientes, estoy peleando con Renfe para que no hagan huelga y poder
llegar a mi casa-casa a ver al Rey entrevistado por Jorge Javier, estoy
cerrando el ejercicio anual con pérdidas y solo espero no perder un dedo cortando
jamón, asique creo que es oficial, que ha llegado la Navidad.
Para todos
aquellos que lo tomen como buena noticia, Feliz Navidad, y para los que creen que
es una mierda simplemente decirles lo que decía hace unas cuantas entradas, que
todo pasa (y no es por desmotivar pero luego viene la cuesta de enero).
¡INFELIZ NAVIDAD!
Ainssss, Agri-dulce Navidad!!!! con esos kilitos de más y esos tan buenos propósitos que nos fijamos el día 1 de enero... (y que no sé los demás, pero yo nunca cumplo =S jeje)
ResponderEliminarUn besitoo wapiii!!!!!
Cris, los propósitos no existen... son los padres... ;D
ResponderEliminarjajajaja.... Gracias por la aclaración, ya me parecía a mi que algo raro tenían... jajajajaja ;P
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